Iago Aspas acabó decidiendo un partido que estaba destinado para su heredero, Fer López. El joven atacante se estrenó en Primera con una titularidad frente al Mallorca, sentando al moañés. Sin embargo, un mal gesto antes del descanso tumbó la ilusión del chaval, que se retiró entre lágrimas del césped. Le sustituyó su ídolo, Iago Aspas, que se encargó de sacarle una sonrisa con el gol que selló la victoria en el tramo final.