Emerge el Getafe, se hunde -si bien con un partido pendiente- el Espanyol. Recae en la zozobra Manolo González, que como las acciones de Rastar Group en Bolsa sube un día tras superar al Celta, sucumbe tras el ridículo copero en Barbastro, por el que señaló a un puñado de jugadores, y no levanta cabeza en el Coliseum. Y se reivindica Álvaro Rodríguez. Si su padre era el ‘Coquito’, el autor del decisivo 1-0 se descubre como un auténtico ‘Coco’.