La fría y húmeda noche de Róterdam y 45.000 espectadores acogieron este miércoles, un choque entre dos equipos necesitados de sumar para seguir vivos en este nuevo formato de Champions League, en el que ha sido el último turno de partidos de esta sexta jornada. El partido, de forma sorprendente, comenzó volcado para la portería local con dos ocasiones del Sparta de Praga en los primeros 3 minutos. Primero Solbakken y luego Birmancevic probaron los nervios del meta Wellenreuther.