Lo que le pasó a Frimpong cuando el Leverkusen jugó el 21 de enero de 2025 con la Champions en el Metropolitano es que no sabía quién es Margarita y lo que significa su ramo. Y, claro, fue a sacar un córner y le pegó una patada a las flores, para alejarlas. Claro, el campo del Atlético cayó como una guillotina sobre él. Sentenciándolo. Silbándole. Acababa de cometer un sacrilegio. Al día siguiente, por cierto, el futbolista, al conocer la historia, pidió perdón por lo que había hecho. Patear un símbolo.