Pues sí, hay que decirlo, da gusto ver a este Rodrigo de Paul. En un partido donde el trabajo psicológico del entrenador es importante, ya que te enfrentas a un rival más débil donde todas las obligaciones la tienes tú, los del Cholo ganaron en un partido serio y solvente. Donde una vez más, y ya son unas pocas, el argentino canalizó gran parte del juego ofensivo, dando claridad y pases con aroma a red. En el aspecto defensivo, con un compromiso alto, se está aprovechando de las pirañas que tiene alrededor: los Barrios, Giuliano, Griezmann, Julián, Lino o Gallaguer, quienes le facilitan la labor y le contagian de esa presión hacia delante. Quizás en algún momento arriesga en demasía buscando el pase definitivo, pero el argentino monopoliza el juego y eso está siendo una de las señas de identidad del gran Atlético que estamos viendo.