El Bayern sacó petróleo de su visita a tierras escocesas y abrió de forma considerable la puerta que da acceso a octavos. No es que fuera un paseo contra el Celtic, el líder de la Bundesliga incluso lo llegó a pasar francamente mal por momentos, pero finalmente puso a prueba que la pegada lo es todo en este deporte y terminó venciendo por 1-2. Los culpables de que la eliminatoria esté muy encarrilada antes de la vuelta en el Allianz fueron Olise y Kane con un tanto cada uno. Maeda, ya en el tramo final, anotó el gol al que se aferrarán los de Rodgers para dar la campanada en Múnich la semana que viene.