Alisson se coronó en el Parque de los Príncipes. El meta brasileño realizó nueve paradas para mantener su portería a cero, frustrando al equipo parisino, que vio cómo se le anulaba un gol por un fuera de juego extremadamente ajustado y que también reclamó la expulsión de Konaté en el minuto 25. Dominó el PSG, apabulló al Liverpool en la ida, pero el martes viajará a Anfield con desventaja en el macador. Por culpa de Alisson. Y también de Elliott. El centrocampista entró en el partido en el minuto 85, y 40 segundos más tarde se encargó de finalizar un contraataque demoledor. Fue el único tiro entre los tres palos de los ingleses, que apenas remataron en dos ocasiones durante los 90 minutos. Suficiente para imponerse al equipo de Luis Enrique que, por el contrario, buscó el gol en hasta 27 ocasiones.