El Sadar fue escenario de una victoria sólida y merecida de Osasuna, que superó 2-0 al Rayo Vallecano con eficacia y orden. Desde los primeros instantes, los rojillos se hicieron con el control del balón y generaron las primeras ocasiones de peligro. El primer golpe llegó al minuto 15: un despeje defectuoso de la defensa visitante dejó el balón a merced de Raúl García, quien no perdonó y adelantó a los locales. El tanto dejó al Rayo descolocado, intentando recomponerse con De Frutos, Unai López e Isi, pero sin la claridad necesaria para inquietar seriamente a Sergio Herrera. En la segunda mitad, Osasuna manejó el ritmo del encuentro con inteligencia y frescura, incorporando a Iker Benito, quien terminó firmando el segundo gol en el minuto 77 tras una veloz transición que desbordó a la defensa rayista. El Rayo trató de reaccionar con la posesión y buscó el descuento, pero se topó con una defensa local bien organizada, liderada por Boyomo, y un Herrera seguro bajo palos. Al final, los rojillos celebraron un triunfo que refuerza su buen momento en casa, mientras que el Rayo se marchó con la sensación amarga de haberlo intentado sin concretar sus oportunidades.
Balaídos fue testigo de un partido lleno de emoción y giros inesperados, donde el Girona pareció tener el control durante gran parte del encuentro pero tuvo que conformarse con el empate. Apenas comenzaba el choque cuando Vladyslav Vanat cazó un balón suelto en el área y adelantó a los visitantes con un disparo certero, enfriando los ánimos locales. El conjunto catalán mostró personalidad y ritmo, con Ounahi y Asprilla liderando las transiciones, mientras que el Celta intentaba reaccionar con empuje, aunque sin concretar en los metros finales. La primera mitad terminó con ventaja visitante y cierta frustración en la grada, que veía a los suyos incapaces de generar oportunidades claras. En la segunda parte, el Celta se volcó sobre la portería rival, empujado por el fervor de su afición, y aunque el Girona se mantuvo ordenado en defensa, los locales no dejaron de insistir. Cuando parecía que los tres puntos se escapaban, en el tiempo añadido Javi Rueda provocó un penalti que Borja Iglesias transformó con sangre fría, rescatando un empate que supo a victoria para los vigueses. Balaídos estalló de alegría, celebrando un punto muy trabajado, mientras que el Girona se marchó con la amargura de haber dejado escapar un triunfo que tenía prácticamente en el bolsillo.
Íñigo Pérez tiene lesionados a Mumin, Nteka y Luiz Felipe, además de la duda de Fran Pérez. Claudio Giráldez tiene como duda a Marcos Alonso.


















































