San Mamés fue un hervidero de emociones en el estreno liguero del Athletic Club, con Nico Williams como protagonista indiscutible. Al minuto 36, provocó un penalti y lo transformó con frialdad, desatando la euforia en la grada, y poco después inició la jugada que culminó Maroan Sannadi para ampliar la ventaja antes del descanso. El 2-0 parecía encarrilar el partido, y Nico, tras su renovación hasta 2035, firmaba un auténtico manifiesto de fidelidad a la camiseta zurigorri. La segunda mitad fue muy diferente. El Sevilla, herido en su orgullo, recortó distancias con Dodi Lukébakio en el minuto 60 y llegó a igualar el marcador en el 72 gracias a Lucien Agoumé, silenciando momentáneamente La Catedral. Pero el Athletic todavía tenía un as bajo la manga: a nueve minutos del final, Robert Navarro, en su debut, remató en el área una brillante acción conducida por Nico Williams, devolviendo la ventaja y sellando un 3-2 que hizo estallar San Mamés. Tres puntos de oro para los leones y un Sevilla que se quedó con la sensación de haber rozado la gesta.
Montilivi sufrió un inicio tormentoso para el Girona, que vio cómo el Rayo Vallecano se adelantaba pronto. Al minuto 18, Jorge de Frutos aprovechó un error de Paulo Gazzaniga para abrir el marcador, y apenas dos minutos después, Álvaro García amplió la ventaja. Antes del descanso, Isi Palazón transformó un penalti tras una acción dentro del área que acabó con la expulsión de Gazzaniga, dejando al Girona con la necesidad de reaccionar. En la segunda mitad, los locales intentaron acortar distancias y Joel Roca, tras asistencia de Viktor Tsygankov, consiguió el tanto que daba esperanza al Girona en el minuto 57. Sin embargo, el Rayo mantuvo el control, gestionando la ventaja con tranquilidad, mientras el joven portero Vladyslav Krapyvtsov brillaba con varias intervenciones decisivas que evitaron que el resultado se ampliara aún más.
Valverde recupera a Beñat Prados y Unai Gómez, aunque tiene las bajas de Yeray y Egiluz, además de la duda de Sancet. Íñigo Pérez tiene lesionados a Valentín y Mumin.



















































