En el siempre encendido Ramón Sánchez-Pizjuán, el Atlético de Madrid firmó una victoria en el último suspiro que quedará en la memoria de todos los aficionados colchoneros. Fue un duelo de esos que alimentan el alma de un vestuario: un 1-2 ante el Sevilla con un héroe inesperado alzando la voz en el añadido. El partido comenzó con un mazazo para los del Cholo. Apenas se acomodaban los jugadores en el césped cuando Agoumé soltó un latigazo desde fuera del área que se coló por la escuadra, desatando la euforia en Nervión. El Sevilla se crecía, y el Atlético parecía desorientado… hasta que apareció la garra. Pasados los veinte minutos, una internada de Conor Gallagher terminó en penalti tras una zancadilla de Badé. Julián Alvarez, con la frialdad de los grandes, engañó a Nyland y devolvió la igualdad al marcador. A partir de ahí, el duelo entró en una fase de máxima tensión, con ambos equipos midiendo cada paso y cada error. La segunda mitad fue un ejercicio de resistencia. El Sevilla presionaba con el aliento de su gente, pero el Atlético aguantaba. Hasta que en el minuto 93', cuando ya se miraba el reloj más que el balón, Pablo Barrios aprovechó un espacio de la defensa local para internarse y mandar el balón al fondo de la red con un potente chut desde la frontal. Gol. Estallido colchonero. Silencio sepulcral en el Pizjuán. Para el Atlético, fue una bocanada de aire fresco en su lucha por seguir metido en la pelea por el título. Y para el Sevilla, otro tropiezo que le aleja de los puestos europeos. En el José Zorrilla, el Getafe asaltó el feudo del Real Valladolid con una goleada implacable de 0-4, dejando a los locales contra las cuerdas en su lucha por la permanencia. El golpe fue rápido y fulminante. Apenas arrancaba el encuentro cuando Mauro Arambarri aprovechó una mala salida del portero debutante André Ferreira para abrir el marcador en el primer minuto. El Valladolid no supo reaccionar, y Ramón Terrats, impecable en su actuación, amplió la ventaja con un doblete antes del descanso, dejando al equipo local noqueado. Para colmo, en el tiempo añadido de la primera parte, Mario Martín vio la roja directa por una dura entrada, dejando al Valladolid con diez hombres para afrontar la segunda mitad. Con todo a su favor, el Getafe manejó el partido a placer, y lo remató con un cuarto tanto obra de Domingos Duarte. El Valladolid se hunde todavía más en la clasificación, mientras que el Getafe, con autoridad, sigue soñando con algo más que la salvación. Simeone recupera a Giménez, pero tiene como dudas a De Paul y Lino, mientras que Correa sigue sancionado. Álvaro Rubio tiene lesionado a Karl Hein y está sancionado Mario Martín. Vuelven Javi Sánchez, David Torres, Kenedy y Grillitsch.