El técnico cántabro impondrá su sello de fútbol asociativo
A pesar de marchar líder, la eliminación en las semifinales de la Supercopa ha cerrado la etapa de Valverde al frente del Barcelona. Tras negociar con varios técnicos fue Quique Setién el elegido para comandar la nave blaugrana. El cántabro será el encargado de devolver una identidad que había ido perdiendo el cuadro culé en los últimos tiempos, con una apuesta innegociable por el fútbol asociativo que ha mantenido en Las Palmas, Lugo o en el Betis.
Habrá que esperar a los primeros encuentros para saber si el excentrocampista mantiene el 1-4-3-3 clásico del Barcelona o si, por el contrario, impone una defensa con tres centrales, alternando la presencia de tres o cuatro centrocampistas con dos delanteros o un punta.
Posibles beneficiados
El galo desapareció hace tiempo de la primera línea culé por culpa de las lesiones y, aunque había ido recuperando protagonismo, no ha vuelto al nivel que dio en su estreno en Barcelona. Si Setién implanta una defensa con tres centrales puede ser importante en esta nueva etapa.
El lateral zurdo de la cantera del Betis era uno de los laterales zurdos más cotizados del mercado europeo en el pasado verano, pero no ha gozado de oportunidades suficientes como para demostrar su valía. El técnico cántabro apostó por él cuando era jugador del filial verdiblanco y lo normal es que se le habrán nuevas oportunidades.
El croata ha pasado en pocos meses de ser imprescindible al ostracismo. Aunque en los últimos encuentros había vuelto a las alineaciones, puede que con Setién termine de devolverlo al nivel que le hizo ser de vital importancia en el sistema de juego blaugrana.
A Setién nunca le tembló el pulso en etapas anteriores para abrirle las puertas a los jóvenes talentos, habrá que ver si en Barcelona también encuentra opciones para comenzar a introducir en el fútbol profesional a la joya de la cantera blaugrana, pero podría ser una gran opción para Puig.
La lesión de Luis Suárez deja una vacante si se mantiene el sistema de tres delanteros y Ansu Fati ya ha demostrado que no le tiembla el pulso. Su valor en el mercado es bajo para el protagonismo que puede adquirir en la era Setién.