Cada vez más equipos de LaLiga Santander apuestan por un sistema con tres centrales, ante la clásica línea de cuatro defensas
El fútbol sigue evolucionando. En los últimos tiempos lo ha hecho con la flexibilidad táctica y la tendencia a abandonar un sistema clásico como el 1-4-4-2, que dio paso al 1-4-3-3, siendo la tendencia actual la colocación de tres centrales y dos carrileros en un dibujo 1-5-3-2 o 1-5-4-1.
Y es que casi la mitad de los conjuntos de LaLiga Santander utilizan con asiduidad un sistema que también conjuntos con estilos de juegos muy definidos, como el Barcelona, han llegado a utilizar a lo largo de la presente temporada.
El último en sumarte a esta tendencia es el Celta. El conjunto celeste quiere frenar su debilidad defensiva, a lo que ha ayudado la disponibilidad de Hoedt, fichado en el pasado mercado invernal; Costas y Araujo. El combinado vigués utilizará esta jornada, o al menos eso ha trabajado su técnico Miguel Cardoso en lo que va de semana, una línea de cinco que ya suelen utilizar Huesca, Rayo Vallecano, Sevilla, Leganés, Betis, Villarreal o Girona.
Consecuencias
La transferencia del cambio de sistema a Biwenger se traduce en la participación de más defensas de los habituales en los encuentros, aunque también hay ocasiones en las que los técnicos adaptan a jugadores de ataque a la posición de carrileros, siendo los extremos los futbolistas que menos cabida tienen en estos sistemas con líneas defensivas de cinco.
Aún así, hay distintas opciones, por ejemplo, el Levante ha pasado a Morales de la banda a la delantera, mientras que Quique Setién ha utilizado a extremos puros como Joaquín o Tello como carrileros o como mediapuntas, en función del planteamiento del partido.